Pilchas

Gisela Filc

Pilchas: nombre lunfardo, gauchesco y argentino que se refiere al vestuario y a la vestimenta.

Trabajando en moda, hubo un momento en que empecé a pensar este proyecto, quería hacer algo que pudiera reunir varios de mis intereses y mis búsquedas. Pilchas nació como un proyecto fotográfico que retrata gente de distintas regiones de nuestro país vistiendo trajes tradicionales – festivos y de trabajo-. Investigando, descubrí que hay muy poco material de registro, que en muchos casos se trata de tradiciones que se están perdiendo y que era importante salir a la búsqueda de ese legado, realizar un registro que también diera cuenta de esa belleza. Pilchas intenta conservar, registrar y celebrar toda esa riqueza cultural que muchas veces está invisibilizada o pasada por alto. Hay un valor incalculable en esos trajes, que son parte de diversas y complejas tradiciones, que son a su vez distintas visiones del mundo. Un traje representa todo eso: es el pueblo al que pertenece, es el valor que le da a quien lo porta, es un sistema de creencias y la relación con una larga cadena de herencias y tradiciones.El proyecto une mi predilección por el retrato, con la fotografía de paisajes y la apreciación de la belleza de esos cuerpos, esas caras y esos vestidos que fui encontrando en mis viajes. Esa es una parte fundamental del proyecto, la búsqueda, los viajes; es la oportunidad de conocer gente, costumbres, saberes y creencias. Me encontré con personas maravillosas en las festividades y eso, creo , se plasma en los retratos, que son siempre el producto de un encuentro, de una relación.

A medida que fui avanzando con el proyecto comprendí mejor el valor del trabajo. Existe una relación muy poderosa entre la ropa y la identidad de un pueblo; y es una relación automática, casi mágica. Era impresionante descubrir cómo alguien se transformaba al ponerse los trajes, como si las ropas portaran todo ese bagaje de información simbólica que pasaba a quienes las vestían. Eso queda plasmado en la foto: la cadena de historia que une al traje con quien lo porta. Y ahí entendí mejor el carácter ritual de los trajes, y también su función de pertenencia. Fotografiar a esa gente fue conocer sus tradiciones, y rescatar un sentido. Mi lugar fue el de alguien que mira maravillada toda esa riqueza, que se acerca con infinito respeto y curiosidad.


Llegué a pueblos perdidos a los que era difícil acceder, donde vivían pocas personas; me acuerdo de un pueblo en Jujuy, Santa Ana, casi un pueblo fantasma, estábamos ahí y de repente aparecieron unas mujeres, con sus rebozos bordados de flores, llenos de colores. Era una maravilla, casi como una aparición.

A veces la tradición se guarda así, sin estridencias, en los corazones de la gente. Y en sus trajes.

Los trajes tienen una estrecha relación con los valores y la simbología de un pueblo, pero también una relación con el paisaje, que es otras de mis pasiones. El clima de un lugar, sus colores, y cómo esto se ve en los trajes y en las máscaras es algo fascinante. Trajes de carnaval, de fiestas nacionales, danzas folklóricas, celebraciones indígenas: todas esas festividades van acompañadas de trajes que tienen un lugar privilegiado en la celebración. El traje separa el tiempo mundano del tiempo de celebración, pone al cuerpo en otro lugar, lo hace formar parte de otro tiempo y de otro mundo. Pero también encontré trajes de trabajo, trajes especiales de oficios que se pasan de generación en generación. Y ahí también encontré un valor inmenso. Ese vestuario cotidiano, el de la rutina del trabajo también provee de sentido y pertenencia, al mismo tiempo que abriga, cobija y cubre el cuerpo durante la horas de trabajo. Los trajes son la historia de sus pueblos.

Sé que es un trabajo mucho más grande que el que tengo hecho hasta ahora, que tengo que seguir viajando. La idea es que estas imágenes reunidas terminen formando un libro de fotografías, acompañadas por testimonios de las personas retratadas que, con sus palabras, narran y explican el significado de sus tradiciones y la importancia de mantenerlas vivas. En Pilchas resuena un eco de muchas voces. Por otro lado, las fotografías serán apoyadas con textos teóricos escritos por historiadores y especialistas en sociología de la moda que, con el aporte de sus saberes, darán cuenta de los aconteceres y las contínuas transformaciones sociales y económicas, técnicas y materiales de la vestimenta de nuestro país. Hasta convertirse en lo que hoy es: esta bella mezcla que persiste y convive en el tiempo.

Gisela Filc es fotógrafa, vive en la Ciudad de Buenos Aires, está trabajando en convertir este proyecto en una edición impresa.
Gisela Filc
Instagram: @giselafilc